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20 de diciembre de 2009

Robbi Draco Rosa y el triunfo por sorpresa

El rockero puertorriqueño Robie Draco Rosa ganó hace poco más de un mes un Latin Grammy cuando nadie, ni él mismo, lo esperaba.

Fue por su disco Teatro, en la categoría de Mejor Álbum de Rock.

“Estaba sentado en el teatro, casi durmiéndome, sin poner atención, cuando mi esposa me dio un codazo y me dijo: ‘¡Ve, que te llaman a recoger el premio!' No lo podía creer”, dice Rosa por teléfono, desde su casa en Los Ángeles.

El artista dio la gran campanada en la ceremonia de los Latin Grammy, el 5 de noviembre, en Las Vegas, al vencer a los dos favoritos de la crítica: el español Enrique Bunbury y el chileno Beto Cuevas.

Al ver las nominaciones, confiesa Rosa, ni siquiera pensó en ir a la ceremonia pero aceptó ante la insistencia de su mujer. Y fue así como recogió su segundo Latin Grammy.

“Teatro es un disco que lo ha escuchado muy poca gente, solamente hicimos 5,000 copias. Por eso me extraña haber ganado”, admite.

En realidad, el puertorriqueño es más conocido en la industria de la música que entre el público común. Es el padre de éxitos como ‘Livin' la vida loca, She bangs, María y La copa de la vida, que grabó su compatriota y amigo desde la infancia Ricky Martin, con quien coincidió cuando ambos fueron integrantes del grupo de teen-pop Menudo.

Lo que pocos consumidores de música pop latina saben es que detrás del éxito de las canciones que Rosa hizo para su amigo se esconde un compositor de una larga trayectoria como rockero, que se remonta a 1990.

Desde entonces Rosa ha grabado los discos Frío (1994), Vagabundo (1996) y Songbirds and Roosters (1998), entre otros, en los que oscila entre el rock gótico, el psicodélico, el ska, punk y blues. Todo aderezado con letras que hablan del amor, la soledad, el desarraigo y la búsqueda interior del ser humano.

Contrastes

“Soy un compositor de contrastes, no sé por qué no tengo terminos medios... Mi vida ha sido así. Te soy sincero, decidí dejar de componer para otros y ser consecuente conmigo mismo y componer para mí”, cuenta.

El artista admite que la fama y el éxito que cosechó como compositor de Ricky Martin le trajeron muchos problemas, entre ellos, el más grave, la bebida.

“Tuve muchos problemas con el alcohol... gracias a mi esposa es que vivo”, admite Rosa, quien asegura que hace años que venció ese problema.

Ahora, con su nuevo y excelente disco, Amor Vincit Omnia, que salió a la venta el pasado 17 de noviembre, el puertorriqueño explora desde el rock más básico sus sentimientos y dolores con letras reflexivas e íntimas. El trabajo tiene el estilo de las cartas intimistas a un amigo en temas como Amores de mi calle, Esto es vida y Reza por mí.

“Hacer música es como dibujar... si tengo que dibujar a Spiderman para mi nene, lo hago. Pero lo que me gusta dibujar es a Batman, porque va más con mi espíritu”, reflexiona el artista en referencia al carácter oscuro y sombrío del personaje de cómic, con el que se identifica.

Rosa asegura que encuentra muy aburrido el defender un género sobre otro para hablar de su trabajo, que prefiere no etiquetar.

“Mi pensar ha sido siempre defender el arte, la música, por encima de las etiquetas”, dice tajante el artista. “Por eso la vida me ha dado mucho golpes”.

Nota de DAVID DORANTES
Fuente: http://www.chron.com/disp/story.mpl/sp/entretenimiento/6777478.html

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