El intérprete nos lleva en un viaje por su pasado y presenta el ron Vagabundo junto a la familia Serrallés
Por Cristina Fernández / www.sal.pr
Cuando Draco Rosa era un niño que se criaba entre Ponce y Peñuelas, casi todas las tardes veía las imponentes chimeneas de la Destilería Serrallés en el paisaje sureño.
Mucho antes de Menudo, mucho antes de convertirse en la estrella que es hoy, Draco (en aquel momento Robert) recopilaba en su mente imágenes que representaban a su querido Puerto Rico. Las mismas que le sirvieron como amuleto para aplacar la nostalgia mientras viajaba el mundo con giras de conciertos y promociones.
Esta semana, a pocos meses de cumplir 40 años, Draco regresa al Sur. Aceptamos la invitación del intérprete a un reencuentro con sus raíces y con su niñez, para luego presentarnos el que describe como uno de los proyectos más especiales de su carrera, un nuevo Vagabundo.
No se trata de un nuevo disco, libro o documental, sino del primer ron creado por Draco y la Destilería Serrallés.
Aquellas chimeneas ponceñas que Draco tanto recordaba, ahora son parte de la historia del destilado que se propone escribir.
"Ron Vagabundo nace de un sueño, es algo que tenía que pasar. Es un proyecto noble y honesto, un homenaje a los que viven la vida al máximo", explica mientras sonríe como un niño que acaba de revelar un secreto.
Draco llevaba varios años con la idea de crear un ron puertorriqueño. Era el próximo pendiente en una larga lista de proyectos que le permitirían conectarse más con su tierra. Primero, la compra de la Hacienda Horizonte en Utuado, el lanzamiento de su Café Draco y el disco "Paraíso Prometido", donde hizo un homenaje a los ritmos de la montaña. Muchos pensarían que se trata de una estrategia de mercadeo o publicidad, pero Draco asegura que eso con él no ocurre.
"Si no siento las cosas, no puedo hacerlas. Hace mucho que soy yo el que decide lo que pasa con mi carrera y todos lo saben", explica.
La pregunta obligatoria: ¿Cómo llega un músico de toda la vida a crear un ron?
Una conversación llevo a la otra y un amigo conectó a Draco, con Roberto Serrallés, vicepresidente de la Destilería Serrallés y miembro de la sexta generación de una familia que lleva 150 años produciendo ron puertorriqueño.
Roberto, un confeso apasionado de Puerto Rico y de todo lo que esta tierra produce, encontró en Draco el colaborador perfecto para continuar con la visión de innovar y continuar desarrollando una industria nativa.
"Puerto Rico produce el mejor ron del mundo. Tenemos una industria que crea y mantiene empleos anualmente, porqué no unirnos a uno de los artistas más genuinos que tiene la Isla y crear un producto tan especial, principalmente cuando las cosas están tan difíciles en la economía. Esto es un proyecto que nos llena de esperanza y que va a la par con nuestra visión", asegura Serrallés.
Draco recuerda que no podía contener su emoción al saber que a Serrallés le interesaba su sueño. Aquellas chimeneas, aquel olor a melaza que se impregna cerca del Aeropuerto Mercedita todas las tardes formarían parte de la historia de su ron Vagabundo.
Desde aquella primera conversación, han pasado cientos de correos electrónicos, imágenes, llamadas, conferencias, pero esta semana más que una reunión de negocios, SAL! fue testigo de un encuentro entre dos puertorriqueños apasionados.
En busca de las raíces
La mañana promete, es un día perfecto, con ese sol intenso que suele iluminar el paisaje ponceño.
La cita es en los terrenos de la Destilería Serrallés, a pocos pasos de la chimenea que Draco tanto recordaba. ¿El anfitrión? Roberto Serrallés.
Para Draco, "un gran sueño". Para Roberto, "un proyecto genuino". Draco se baja de la guagua "pick-up" que lo trae desde Utuado, se ve tranquilo y a la expectativa. Nuestro protagonista conversa animadamente con todos y de repente el anfitrión suelta la sorpresa: "¿Qué tal si vamos al Castillo Serrallés para que conozcas un poco más de nuestra historia?".
Draco acepta de inmediato. Subimos la cuesta hacia el cerro El Vigía donde ubica el castillo. Hoy museo, en el 1930 la residencia principal de la familia Serrallés.
Al llegar al palacete de estilo resurgimiento español, Draco queda impresionado, mira a todos lados como tratando de conservar en su mente las imágenes que observa.
"Estoy tan feliz, ustedes no saben, soy muy feliz por estar aquí", dice Draco. Es la primera de una docena de veces en que expresa lo contento que se sentía.
El orgullo sale por los poros, Roberto Serrallés, nos dirige por las calles que ha recorrido desde niño hasta llegar al Cerro El Vigía donde ubica el castillo.
Draco sale del auto, casi como un niño pequeño mira incrédulo a su alrededor, la vista del casco urbano de la ciudad desde el famoso cerro le eriza la piel a cualquiera.
A petición del fotoperiodista Tony Zayas, otro ponceño orgulloso, Draco se para debajo de un amplío árbol y comienza a posar. En medio de la sesión se envuelve en una conversación con Serrallés sobre la importancia de sembrar árboles y qué pueden hacer para fomentar la conservación del ambiente.
"Puerto Rico es increíble... man, mira esto como la sombra cambia la temperatura. En mi finca estoy sembrando 5,000 árboles… tú sabes, para ayudar a cuidar esta tierra".
Serrallés le interrumpe, pues él también es un promotor de cuidar el ambiente. Ambos conversan sobre agronomía, los recursos naturales y las especies nativas de árboles. Se ponen de acuerdo para colaborar en otro proyecto.
"Tengo de todo, capá prieto, roble y estoy buscando más árboles nativos. Los estamos sembrando cerca del cauce del río, para ayudar", agrega Draco.
No hay nada ensayado. Con Draco eso no es posible, él sólo hace lo que siente, lo que genuinamente le importa y no le molesta decirlo. Esta vez manda a eliminar todos los compromisos que quedan en su agenda para poder disfrutar sin prisa del recorrido. Al entrar al Castillo, Roberto comienza con un festival de anécdotas, le explica a su invitado las fotos. Son dos puertorriqueños orgullosos, que se han unido para crear un ron que dará la vuelta al mundo.
Draco hace preguntas, se detiene en cada objeto, sonríe y mira a Luis Álvarez, su socio de negocios en la creación del Ron Vagabundo.
Como casi todos los socios de las grandes estrellas, Álvarez quiere mantenerse fuera de cámara, pero su felicidad es inevitable. Él y Draco son dos puertorriqueños que llevan muchos años viviendo fuera y ahora regresan a sus raíces.
"Esto es como un sueño hecho realidad, mucha gente no sabe, pero yo viví en Ponce, estudié en la Academia Santa María y mis hermanas en Caribbean School y regresar aquí a conocer este castillo con alguien que pertenece a esta familia... increíble", cuenta Draco en inglés.
Mientras recorremos la habitación en la que una vez durmió doña Rosita Serrallés Sánchez, Draco se fija en todos los detalles y muestra un conocimiento en arquitectura que muy pocos imaginarían. "¿Cuáles de las piezas son originales? ¿Quién restauró? ¿Las vigas mantienen el mismo diseño?", son unas de las muchas preguntas que Roberto y César, nuestro guía de la mañana responden.
"El baño es igual al diseño que tengo en casa en Los Ángeles, muy de los años 50 y 60. Es como un revival. Mi esposa y yo estamos muy en esta onda", asegura el cantante.
Un dorado en la mesa
El ron Vagabundo estará disponible para la venta en Puerto Rico antes del verano, pero actualmente se encuentra en plena producción. Será un ron obscuro, añejo compuesto por mezclas de rones puertorriqueños. También han planes de distribuir en América Latina y ciertas ciudades de Estados Unidos.
"Draco trajo la semilla de este proyecto y nos pareció ideal. Ya tenemos toda la fórmula y sólo estamos ajustando detalles finales", explica Serrallés.
Vagabundo es un ron oro por dos razones, era el tipo de ron que inspiraba a Draco y va con las últimas tendencias en Puerto Rico, donde los conocedores de bebidas están redescubriendo los sabores de este versátil destilado.
"El dark rum de por sí una inspiración, las personas que he admirado como escritores, artistas y viajeros siempre hablan del dark rum. Vagabundo, es un viajero y tenía que ser dark, bien dark de eso no había duda", dice el cantante mientras observa una copa que contiene su nuevo ron.
Mientras hacemos esta entrevista, el ron Vagabundo se produce al otro lado de la carretera que conecta Ponce con San Juan. En los adeudos o almacenes de la destilería descansan las mezclas de rones añejos. Se encuentran en barricas de roble blanco tostadas al sol y cuidadosamente custodiadas por los empleados de la destilería.
"Durante todo este proceso todos hemos aprendido mucho, pero Draco ha desarrollado mucha paciencia. Cada detalle en esta industria se cuida al máximo", nos cuenta Serrallés.
Otro de los elementos es la etiqueta, aún se trabajan ajustes a lo que será la botella final. De hecho, durante su recorrido por el castillo, Draco quedó súper impresionado con las etiquetas de rones antiguos que se exhiben en el Café Don Juan. Allí estuvo por varios minutos contemplando cada botella y tomando fotos con su celular.
Han pasado casi cuatro horas, Draco se despide, se toma fotos con algunos fanáticos que lo han reconocido y mira a su alrededor. Estamos en el patio interior del Castillo, nos rodean impresionantes columnas y una fuente que lleva 80 años en el mismo lugar.
"Estoy muy feliz, no puedo parar de decirlo. De esto se trata la vida, yo soy un rockero, un bohemio y en este disco me arriesgué a crear algo diferente a buscar mis raíces, a recordar la música de mi papá, los instrumentos que escuchaba de chiquito. Y ahora tener mi ron es como un sueño, como cerrar un círculo con Puerto Rico".
¿De qué está hecho el Vagabundo?
• Ron oro, mezcla de rones puertorriqueños añejados envejecidos en barricas de roble blanco.
• Combina características modernas en una base de rones tradicionales.
• Perfecto para degustar solo o mezclado en cócteles tradicionales como piña colada o mojito.
• En Puerto Rico existe la Ley de Bebidas que exige que todos los rones que vayan a ser exportados fuera del país deben tener como mínimo un año de añejamiento.
• El de Draco tendrá mezclas de rones que llevan varios años envejeciendo.
• Esta es la primera vez que la Destilería Serrallés produce un ron para una celebridad puertorriqueña.
Ver Video: Ron Vagabundo y un dia con Draco en Ponce
Fuente: elnuevodia.com
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